Una, mamá

Una, mamá


Éramos una, mamá, ¿te acordás?

Caminabas por la calle mirando vidrieras, imaginando los rulos que sabías que iba a tener, y éramos una.

Me pensabas, me soñabas, me hablabas, hasta me cantabas. Y éramos una.

Fuimos juntas a nacer, vos y yo. Preparadas, sin saber lo que nos iba a pasar, pero de a dos. Y éramos una.


Hoy, me levanto a la mañana de mi cama, y corro hasta la tuya para seguir soñando un rato más. Y por un momento, volvemos a ser una. Pero sé que somos dos.

Nos sentamos a la mesa a almorzar, y empiezo a dar algunas vueltas. Me río, me enojo, lloro, te llamo. Me hablás con paciencia e insistís en que no me pare para no caerme. Nos miramos y lo entiendo. Somos dos.

Salgo corriendo en los parques, con el sol en mi cabeza y el mundo por delante. No sé bien a dónde voy, pero es divertido. Un pozo, una piedra, un tropiezo. Me caigo. Miro para todos lados, y en algún lugar estás. Me levantás, me enseñás que caerse es parte del andar, y me abrazás. Siento tus besos en la cabeza, y me duele un poco menos. Te siento, y parecemos una, pero somos dos.

Llego a una casa que conozco, pero no es la mía. Sé que significa. Abren la puerta, me reciben sonrisas sinceras, alegres. Juegos, risas, palabras calentitas. Devuelvo un “Abu” y somos todos cómplices. Vos agarrás tus cosas, y te vas. Seguís trabajando, pero lejos mío. Y estás lejos, pero te siento al lado, elegiste que me cuiden bien. Estamos un rato largo separadas, y sé que vas a volver, porque somos dos pero casi que formamos una a la vez.


Tengo una mamá. Ya no somos una.

Todavía no me logro bañar sola, porque el agua en la cara me sigue asustando un poco. Pero estás vos, entonces sé que puedo.

Papá se tira al suelo a jugar conmigo, y vos nos mirás sonriendo, entonces sé que está bien ensuciarme un poco.

No tengo las cosas claras todavía, estoy llena de preguntas, dudas y fantasías.

Tengo mapas, cartas, cuentos, palabras y hasta una brújula, igualmente casi todo sigue siendo incierto.

Pero tengo una idea firme, un camino marcado, una flecha que me señala un horizonte.

Tengo una, mamá: ser tan feliz como vos deseás que sea.

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