El día que las cerraduras dejaron de funcionar
El día que las cerraduras dejaron de funcionar
Un
día las cerraduras dejaron de funcionar
Los
picaportes se quedaron trabados
Las
cortinas estiradas
Los
parques y plazas todos cerrados
Era
imposible salir a jugar
Todas
las familias se tuvieron que resguardar
Y
salir solamente a hacer los mandados
Una
situación inesperada
Todo
con trabas, cierres o candados
Era
imposible salir a jugar
Chicas y grandes, de qué forma no estar aislados
Una rutina totalmente desarmada
Momentos de miedos, de sueño estirado
Era imposible salir a jugar
Un
niño pensó: “algo tiene que cambiar”
Empezó
a inventar juegos que nunca había pensado
Su
familia quedó anonadada
Los
jugarían con reglas, con mucho cuidado
Pero
era imposible no volver q jugar
Una
niña propuso: “yo quiero investigar
De
juegos de antes, de tiempos pasados”
Rayuela,
la soga, no dejó afuera nada
Pato
ñato, escondidas, matasapo o quemado
Era
imposible no volver a jugar
Abuelos
y abuelas quisieron aportar
Tuvieron
que hacer un esfuerzo, se habían olvidado
Se
animaron a hacer payasadas
La
taba, el truco, el gallito ciego, el palo enjabonado
Era
imposible no volver a jugar
Parece
que al crecer se tienden a abandonar
Los
momentos compartidos, el tiempo jugado
Las
narices de payaso, las caras pintadas
De
a poco ese tiempo, de un encuentro obligado
Nos
recordó la importancia de poder jugar
Un
día las cerraduras dejaron de funcionar
Tuvimos
que aprender a hacer todo con nuevos cuidados
Le
dimos otro valor a los besos, los abrazos, el mate y las carcajadas
Y
seguimos inventando, con las familias y el afecto de nuestro lado
Caminando, corriendo y saltando derecho a jugar
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